Primera Impresión

Estarán de acuerdo conmigo que cuando vemos a una persona por primera vez, nos llevamos una impresión que puede marcar la forma en que vamos a tratar a dicha persona. Pero es solamente una simple y sencilla impresión, no quiere decir que la persona sea como te la imaginas por sólo verla e incluso puede resultar alguien totalmente diferente.
A pesar de todo, la primera impresión tiene gran relevancia, porque de ella va a depender de que alguien quiera seguir tratando contigo o no, de que le caigas muy bien a una persona o que le caigas gordo. Por eso un consejo no lo arruines cuando conozcas a alguien y menos si esa persona es amigo de un amigo.
Hay veces que por más que intentas que alguien te caiga, no sucede, simplemente es imposible. Existe una razón divina que no puedes explicar que no te permite querer conocerlo, la primera impresión que te dio fue pésima, te cae como un golpe en la rodilla al tirarte a una alberca de menos de un metro de profundidad. Pero en fin, al punto que quiero llegar es... esperen realmente no quiero llegar a un punto en específico, solamente tenía ganas de escribir y destruir personas a través de este medio (sólo a uno xD, es que es desesperante).
Realmente hay personas que se empeñan en caer mal, es que enserio. Simplemente imagínense tienen un amigo que les cae muy bien, de hecho su mejor amigo, o el primo que mejor les cae, que sé yo, al que llamaremos tipo A para no confundirnos después. Ese sujeto les habla de un amigo de él o ella (según sea el caso), por alguna razón te empieza a caer bien gordo por las cosas que te cuenta, pero pues está bien, al que llamaremos tipo B.
Un día en una fiesta te encuentras con el tipo A pero también en la fiesta, está el amigo del que te había contado, ósea el tipo B. Haces un esfuerzo grande por dejar prejuicios y empezar a tratar a la persona. El tipo A llega contigo y te dice ven deja te presento a tipo B (jaja que mamila se escuchó eso), total van hasta donde está el hijo de cro-magnon.
Tipo A: Que onda tipo B ¿cómo estás?
Tipo B: Que onda, bien, bien gracias y tú?
Tipo A: También gracias, mira este es Norberto (Lo siento fue el primer nombre que se me vino a la mente, pero tomará el papel del que esté leyendo esto)
Tipo B: Ah Norberto... y qué haces por acá tipo A?
Notaron algo raro ?¿, sí, este hijo de furcio ni siquiera te saludó, como si no existieras, se quedó platicando con el tipo A.
Te dices a ti mismo, no me voy a alterar, yo sí soy civilizado no como la imitación de australopitecos y mejor te vas. Si de por sí, ya te caía gordísimo, ahora peor. Esa impresión que te dio, hace que no lo puedas ni ver.
Son el tipo de situaciones que hacen que una persona te caiga muy, pero muy mal y hacen que no quieras dar ni la oportunidad de conocerlo. Así que por eso cuando vayan a conocer a una persona traten de no portarse sangrones.