Tiempo

Para los románticos xD
Aquí va algo de literatura, un cuento hecho para un audiovisual. Inspirado en Arjona:

Llegamos al restaurante en el cual llevábamos ya cinco años celebrando nuestro aniversario de bodas. La monotonía y el resultado de un matrimonio sin amor me tenían en gran parte aburrida, pero él como siempre, tan caballeroso y atento conmigo, reservó el mejor lugar con velas como centro de mesa y un ramo de flores. Cuando de pronto entró, ese hombre con su sonrisa inolvidable, el amor de mi vida, la persona con la que había soñado mi vida y con la que prometí amor eterno.
Sentí algo parecido a un hueco en el estomago, una sensación de ansiedad y curiosidad. Experimenté de nuevo esa emoción que sentía al verlo en aquellos días cuando éramos felices. Todos esos sentimientos fueron tan rápidos que cuando regresé de mis pensamientos y lo volví a mirar, él iba acompañado de una mujer guapa de buen ver, elegante, tomándolo del brazo. No sabía que pensar, tal vez era una simple amiga, compañera de trabajo, cualquier cosa, pero en cuanto volví mis ojos de nuevo a ellos, ese resplandor dorado en el dedo anular de ambos, me hizo reconocer la realidad que no quería ver.
De repente sus ojos se dirigieron a los míos, quedé petrificada, sentí ese fuego en nuestras miradas que se volvían a encontrar después de los años.
Comencé a recordar esos momentos a su lado, cuando empezamos nuestro noviazgo, los mejores pasajes de mi vida, como olvidar tanta felicidad con la que vivíamos, simplemente una relación perfecta; sus caricias y abrazos se quedaron impregnados en mi alma. Todo eso que nunca pude ni podré olvidar.
Pero a la vez que venían a mi mente esos recuerdos tan maravillosos a lado de ese hombre que alegraba mi vida, recordé el motivo de nuestra ruptura, un viaje y una promesa que salía de sus labios: “Regresaré para ser felices juntos”.
Las Distancia comenzó por afectarnos, el tiempo sin vernos, los besos ausentes. El pensarte todo el tiempo y extrañarte. Llegó la desesperación traicionando mis sentimientos y no veía el momento de estar juntos de nuevo; terminé por creer que un amor pasajero no afectaría. Que ingenua.
Ahora nos vemos aquí de nuevo, después de mucho tiempo pero con situaciones distintas, los dos con vidas ya hechas, cada quien por su lado.
Como quisiera estar contigo de nuevo, que la persona denominada esposo, producto de la desesperación, sentada enfrente de mí, fueras tú. Poder cumplir esa promesa que quedó en el aire, estar en ese mundo que nos planteamos alguna vez donde estaríamos siempre… ¡maldito tiempo! Por qué tenía que juntarnos hasta ahora, ¡qué no se da cuenta que ya es bastante tarde! Pero ya que más da, estamos aquí aunque separados.
Descubro tu mirada insinuando seguir tus pasos, te retiras de la mesa, espero un poco y me dirijo hacia ti. Nos miramos fijamente, transmitiéndonos todos esos sentimientos que experimentamos: las ganas de estar juntos, el coraje de no poder haber esperado un poco más, la esperanza de poder hacer algo más por nuestra felicidad, la rabia contra el tiempo y el amor presente en nuestros corazones. Con esa gran ansiedad de volver a sentir y vivir todos esos momentos y nuestros labios pidiendo solamente un último beso.